El bitcoin es una moneda digital cuya finalidad es acabar con los problemas derivados de los pagos en línea.
Quizá crea que el sistema del que disponemos es muy eficaz, pero todo lo que compramos hoy en día tiene que pasar por un banco o por una empresa de tarjetas de crédito, que se queda con una parte de la transacción y depende de que confiemos en que hará todo correctamente.
Esos pagos se empiezan a acumular y se añade el problema de la seguridad; tenemos que confiar en que la empresa de la tarjeta proteja nuestros datos. Son muchas las personas que han intentado averiguar cómo disponer de un sistema de pago sin intermediarios, pero surge otro problema.
¿Cómo podemos probar que hemos efectuado un pago, o incluso que tenemos ese dinero, sin nadie que responda por nosotros? Es algo tan serio que tiene un nombre: el problema del doble gasto.
En 2008, un programador anónimo, conocido como Satoshi Nakamoto, ofreció una solución: publicó un artículo en un popular blog sobre criptografía en el que proponía un sistema de divisa que resolvía todos estos problemas complejos. En lugar de que un banco o empresa de tarjetas de crédito registrase todas las transacciones en un libro mayor central, propuso que todos los usuarios registrasen todas las transacciones al mismo tiempo y, de esa forma, podría saberse si alguien intentaba engañar a la comunidad, y rechazar entonces el pago.
Ningún usuario, gobierno o banco puede forzar una tasa sobre un pago, ni controlar su flujo. El resultado es un modo más barato, rápido y sencillo de gastar dinero, incluso a nivel internacional.
Eso es el bitcoin, y empieza a causar efecto en la vida de las personas; meses después de la propuesta, se utilizaba para comprar y vender artículos, aunque no siempre por parte de operadores con escrúpulos. Sin embargo, no todo son negocios turbios: se acepta en algunos sitios de compras, con él podemos comprar pintas en Londres, e incluso abonar matrículas universitarias.
Como habrá oído, también puede haber algún problema. Mientras que algunas personas se han beneficiado por incorporarse al sistema al principio, otros han salido perdiendo a causa de este mercado joven y volátil. Algunas personas han fundado empresas para comprar muchos bitcoins, pero como está diseñado para que haya una cantidad limitada en circulación, pueden surgir problemas más adelante.
Existe mucha incertidumbre en torno al bitcoin. Son muchos los que creen que es el futuro, mientras que a otros les da miedo que pueda destruir nuestra economía, pero ambas partes coinciden en que si pudiéramos conseguir que el bitcoin funcione, o algo similar, si pudiéramos confiar en una moneda digital que operase sin intermediarios, el funcionamiento de la economía mundial se transformaría para mejor.
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